21 agosto 2017

Embrunman 2017

Hola a todos,
el pasado 15 de agosto se celebró el mítico Embrunman.
Tras mi primera participación hace 6 años prometí que volvería y en este 2017 por fin pude cumplir con mi palabra.
Embrun es triatlón, belleza y dureza, es ilusión y por encima de todo es un reto, si no se te da bien la bici como a mi, el reto se complica, muy difícil pero posible.
Como deportista siempre me dicen lo mismo, que tengo muy buena cabeza, nadie me dice que nado, pedaleo o corro bien, he asumido que debo ser bastante malillo y que doy imagen de saber sufrir, los días previos a la prueba me aferré a esta visión de mi mismo y me preparé mentalmente para lo peor y esperando padecer lo indecible si hiciera falta, con esa única arma confiaba superar las adversidades ya que mas de lo que he entrenado no puedo entrenar, sí mejor pues no tengo entrenador y voy metiendo sesiones como puedo en mi día a día de manera un tanto caótica.

Desde hace un par de años cuando nado intento coincidir con los Masters del Club Náutico de Sevilla, los entrenos pasan volando entre risas y, en mi caso, apreturas varias, para ellos un progresivo es para mi un a tope y para ellos un a tope para mi es verlos alejarse poco a poco irremediablemente, gracias a ellos mi natación ha mejorado mucho pues son verdaderos maestros acuáticos y yo no paro de aprender intentando imitarlos. La natación del Embrunman no me preocupaba en absoluto, aunque a diferencia de mi primer año recibí golpes por todos lados los primeros 500 metros pues me quedé atrapado entre nadadores hasta que pude salirme al exterior y poder coger ritmo, ritmo muy suave disfrutando del amanecer con las montañas alrededor. Un autentico placer.

Tras la natación (1 hora 5 minutos) hice una transición tranquila y vestido de corto, pues el día anunciaba calor, salí a por los 188 kms de ciclismo puro, con sus 5 puertos y mi querido Izoard en medio, además este año el viento quiso participar también y lo tuvimos de cara prácticamente toda la prueba, edición dura por este motivo. El inicio de este sector a mi me parece tremendo, puerto para empezar y subida sin parar hasta el km 20, tengo la novedosa sensación de que no me están pasando tantos ciclistas como habitualmente, piano piano Olmo, deja que te pasen, esta no es tu guerra. En la bajada del puerto tengo ya mi primer aviso en una curva rápida de derechas, así que piano piano también bajando...
Al llegar a Guillestre, preludio del Izoard empezamos con mis globeradas, deberían echarme del pelotón!!! no sé ni como me dirigen la palabra!!!, noto algo raro en mi pie izquierdo, me baila demasiado la zapatilla sobre el pedal, paro y tengo practicamente caida la cala, empiezo a buscar herramientas para arreglar esta situación que tras miles de kms en bici tenía que pasar justo en ese momento, por suerte encuentro la herramienta y puedo reparar la zapa. He perdido tiempo pero sigo en la prueba que es de lo que se trata.
He subido varios puertos míticos durante estos años, pero algo tiene el Izoard que ocupa mi corazón ciclista, siempre me ha destrozado, hasta una vez que lo subí en coche..., siempre me ha vencido, este año las lagrimas afloraron en los primeros kms, los menos difíciles, lagrimas de sufrimiento en estado puro, sin fuerzas para arriba, un infierno interminable, nuestro terreno de juego preferido, soy mal ciclista pero a sufrir no me ganas, a los kms difíciles de mayor pendiente, los que están arriba, llego totalmente reventado, aquí se produce la paradoja de todo esto, realmente no me veo capaz de coronar y en cambio tengo la certeza de que acabaré el embrunman, mentalmente esto es una bomba, energía para las piernas que hacen que, aunque destrozado, llegue arriba, lo dicho, un infierno.
Busco mi bolsa con comida y me siento/tiro en el suelo, hay espectadores que me miran, me da igual, saco un sandwich, le doy un bocado, no me entra, lo escupo/vomito, los espectadores me miran, por una vez no devuelvo la sonrisa, lo siento. Entiendo que no voy a poder comer, esto es un problema de verdad, aquí o comes/bebes o no llegas.
Salgo y bajada del puerto hacia Briancon. Inicio complicado para mi con herraduras fuertes y final fácil donde apenas hay que frenar, intento no esforzarme y que mi estomago se asiente, si no comes, no llegas me voy recordando.
Miro la distancia que llevo y me sube la moral, no queda tanto y me he recuperado, esto está hecho me voy engañando, no sin pelea claro.
El viento ha rolado y otra vez de cara, es lo que hay, empiezo a adelantar ciclistas, empiezo a poder comer/beber algo. Aquí no hay misterios y la prueba te pone en tu sitio, voy avanzado a buen ritmo y sin cebarme, le tengo mucho respeto al Muro de Pallon, unos 2 kms al 12/13% constantes y bajo un sol de justicia, llega la pared, la subo bien pues conozco su dureza y no me toca la moral, este año no tengo que zigzaguear aunque hago una zeta dedicada y prometida el día antes a mi compañero Juanma Galeote, no hay que dejar fuera los romanticismos nunca y menos un amateur.
Poco a poco nos acercamos a Embrun que nos espera con un último y duro puerto, ya sin piernas, este año a pesar de ser el mismo recorrido, han aumentado la longitud y la pendiente, o eso dice mi maltrecho cuerpo, se me hace durísimo y eterno, tiro de resignación y pienso que al menos es el final de la bici y que llevo meses diciendo que si termino la bici termino la prueba. Tras una bajada malísima con gravilla y derrape incluido y pasando una urbanización rezando por no atropellar a nadie, termina esta deliciosa bici.
Llego a boxes, veo a mi familia y mi cuerpo se recarga de energías, que no se si llegan del alma o de alguna ruta metabólica alternativa, aquí mi mente juguetona siempre se acuerda del ciclo de Krebs, no sé porqué, friki que es uno supongo.

Empiezo a correr el Maratón con la total incertidumbre de cómo voy a responder, la experiencia juega también y llegan a mi recuerdos de ir genial en otro ironman los primeros kms y pasar un autentico calvario a partir del 30, así que prudencia, paciencia y a pasar los kms, en la carrera me gusta mirar cada cierto tiempo el ritmo que llevo, 5:30, muy rápido me digo, soy incapaz de ir mas lento, parece un paso lento pero creo que no lo es para un popular medio, de hecho adelanto compañeros de 5 en 5, voy bien y voy reservando, siempre guardando ya que se instaura en mi un deseo, repetir el final de mi primera vez hace 6 años, donde acabé a tope los dos últimos kms. En la segunda vuelta vuelvo a ver a mi Familia, me esfuerzo y les sonrío, ya todo duele, pero es normal y me siento bien. Han cambiado el circuito de carrera y son 3 vueltas, antes 2, al llegar a la tercera vuelta sé que lo tengo, es el momento de disfrutar, sigo precavido, parando en todos los avituallamientos, comiendo naranjas y bebiendo isotónico y agua (sin gas por favor), la carrera se acaba y llegan los dos últimos kms, vuelven las lagrimas, esta vez de felicidad, me empiezo a sentir viejo en esto, no sé si volveré, así que ya dejo de concentrarme en la prueba y me centro en disfrutar, disfrutar del logro, del esfuerzo, de los que se van a alegrar de esta Meta, simplemente disfrutar, empiezo a apretar, choco palmas y sigo acelerando, corro a tope a Meta, la familia gritando, me acerco a por la bandera de mi club, bandera de valores, el cielo grita, yo grito, mucho esfuerzo e ilusión, rabia y pasión.

Gracias a los Voluntarios, no hay prueba sin ellos.
Mil gracias a Los Predators, no hay entreno sin ellos.
Gracias a los Masters del Nautico por enseñarme divirtiendome.
Gracias a Bertrand y Laura por el apoyo estos días y ese postEmbrun!
A todos los que se alegran, gracias.
Mil felicidades a Dani, compañero de entrenos y prueba que se ha salido totalmente, vaya estreno en distancia Ironman, que vas a dejar para los próximos años!!!

Dedicado a mi familia y especialmente a mi Padre, a quien echo tanto de menos, en la cima del Izoard me acerqué todo lo que pude, sin él no habría ni persona ni deportista, ni nada, te quiero.
Besos a todos.


11 julio 2017

Triatlon Bola del Mundo 2017

Hola a todos,
este pasado finde se celebró el Triatlón Bola del Mundo al cual nos desplazamos un grupo de compañeros del club The Midnight Predators: Dani, Sergio, Juan y yo. Nos acompañaba mi familia, mi hijo Manu el domingo nadaría la travesía que complementa la prueba en el embalse de Navacerrada.

Este triatlón me lo tomaba como un entreno de cara al Embrunman, decido en el último momento inscribirme y apenas me he mentalizado para la prueba, a pesar de ser un medioironman durísimo. La semana previa no he descansado nada siendo de mucho volumen, me interesa mucho competir fatigado pues es como iré en Embrun con lo cual en este sentido la prueba sale perfecta, otra cosa fue el aspecto mental donde fui todo un desastre.

Tras los preparativos nos vemos de pie frente al embalse de Navacerrada, estoy con Dani, Sergio y nuestro compi andaluz Ultrachamba, charlamos tranquilamente antes de salir, la mañana se presenta bien, poco viento y soleada. Se da la salida y me veo en una situación nueva para mi y es que durante los primeros metros de la natación estamos Dani y yo liderando la prueba, a mi casi me da la risa y ya a los 100 metros me llegan unos cuantos golpes por detrás, en esos primeros impactos mi mente decide desconectar de la parte competitiva de la prueba, no quiero golpes, me aparto y nado por el lateral a ritmo tranquilo (al finalizar y comprobar mi pulso medio casi me da vergüenza de lo poco que me esforcé en esta parte) A pesar de todo no salgo mal del agua, veo que quedan muchísimas bicis y Dani que salió cuarto está haciendo la transición.

Empezamos la bici, antes en boxes miro al cielo y veo que está soleado, decido no abrigarme. La primera parte es muy rápida, dos días antes he cambiado los platos de la bici para poder subir las rampas de la bola del mundo, ha sido todo tan precipitado que no había probado los platos, así cuando voy a meter el grande, mi amigo Murphy dice que él hace el triatlón también y el plato no entra, zona de bajada, todos con todo el desarrollo metido y yo haciendo virguerías en modo molinillo superacelerado y tragicómico para intentar no perder los grupos que me pasaban como motos, maldigo y finalmente entra el plato, me acoplo a un grupo que va fortísimo, doy unos relevos al principio pero cuando paso atrás me cuesta muchísimo engancharme, mis piernas y cabeza no van para nada, entro en un bucle negativo y empiezo a ir incomodo en el grupo pues voy chupóptero total, tras una bajada paso nuevamente a dar relevos pero en un par me fundo, pido perdón a mis compañeros y en el primer repecho importante me quedo. Llega el primer puerto (La Morcuera), no lo conocía y me parece muy chulo, se sube bien aunque yo voy muy lento, el estomago me va molestando y tengo que parar un par de veces durante toda la bici (necesidades), Enlazamos con el segundo puerto (Cotos) y aquí entre que mis piernas están vacías y que se acercaban las temidas rampas de la bola del mundo aflojo y subo muy muy tranquilo intentando guardar fuerzas, tras un llaneo con un compañero de Jaén giramos a la izquierda y ahí están las rampas, cemento degradado con un desnivel bestial, por primera vez en la prueba disfruto, el panorama delante es brutal, varios ciclistas retorciéndose en la subida y otros tantos con el pie echado a tierra, los primeros 200 metros son durísimos, los aguanto y a partir de ahí empiezo a encontrarme bien dentro de la extrema dureza, por momentos haciendo equilibrio por no caerme, a medida que subo un dolor muy fuerte de riñones se apodera de mi, delante mia otro ciclista dándolo todo me sirve de inspiración, recuerdos de otros muros me vienen, Aia, El Duque,... esfuerzo y disfrute total al mismo tiempo. Las antenas se ven muy lejos, afortunadamente boxes está un poco antes, vaya subida!!!

Suelto la bici y empiezo la transición a la carrera con fuerzas renovadas y algo mejor de coco, ganas de correr, me encuentro a Sergio, nos animamos y al salir veo a Juan que ha finalizado el corto, lo felicito y tiro para la montaña, me encuentro bien corriendo a pesar de que me sorprende el perfil del recorrido, carrera de montaña 100%. En cuanto cojo algo de altura la niebla me engulle y tengo dificultad para ver las balizas, cambio de escenario completo, por suerte una chica de la organización me va abriendo camino, va rapidito pero me viene de perlas, los riñones en las largas subidas me van a explotar y voy cambiando la postura, entre la niebla diviso a otros corredores y voy adelantando a medida que los animo, algunos se dan la vuelta exhaustos, llego así al km 6 y me encuentro con un numeroso grupo de frente, "date la vuelta que se ha suspendido la carrera", al principio te frustras un poco pero al minuto veo que es la decisión acertada, se estaba poniendo muy muy feo el clima, doy ánimos a los organizadores que están por allí diciéndoles que es lo correcto, cada paso que damos nos entra peor tiempo, la lluvia se convierte en granizo fuerte, empiezo a coger muchísimo frío y me pongo las pilas acelerando para no enfriarme y llegar a boxes donde tengo algo de ropa seca, no para de llover y cada vez hace mas y mas frio, me encuentro a Sergio y bajamos juntos, al llegar a boxes la tormenta es fuerte y afortunadamente hay un bar allí donde nos cobijamos, a pesar de ello, me entra una leve hipotermia y me pego una hora dando tiritones, gracias a Sergio que me cuidó en todo momento.
Allí esperamos a Dani que al ir delante en la clasificación pudo llegar al punto de giro de la carrera y hacerlo entero, una bestia. Sobre la suspensión, decisión mas que acertada, nunca seremos mas fuertes que la montaña, a mi me han faltado 8 kms por hacer así que nos vemos el año que viene.

Volvemos enamorados de este triatlón, hay gustos personales en todo, yo me quedo con este estilo de pruebas, duras, bonitas y hasta familiares diría, me encuentro feliz en ellas, si encima voy con los Predators ya ni os cuento, felicidad total independientemente de como vayan las piernas, prometo venir a hacerlo mejor.

Como broche deportivo el domingo se celebró una travesía allí mismo y pregunté a mi hijo Manu si quería nadarla, dijo que sí y lo apuntamos sobre la marcha, siendo el mas pequeño de la prueba y preguntándome si no había mas niños, encerronas de tu Padre hijo...Me quedo solo con él y me flipa lo tranquilo que está, le digo que disfrute y aprenda, que intente meterse con los de adelante y que vaya por un ladito para evitar los golpes. Dan la salida y se pone primero, detrás se une una nadadora y a lo lejos veo como lo pasa y Manu se mete a sus pies, el tercero va quedando muy atrás, es muy emocionante verlo, se alejan y hasta la mitad de la prueba van juntos los dos en cabeza, luego se separan, nos vamos para Meta para verlos entrar, del agua sale primera una chica y a un minuto aparece Manuel, (mi babeo es total) el publico flipa al ver que es un niño quien sale primero masculino, yo casi me desmayo. Manu contento, tan tranquilo como si nada. Luego nos enteramos que con quien había estado disputando la prueba es una nadadora que ha sido olímpica y ahora le pega fuerte al triatlón (muchos éxitos Sara). Broche de oro al finde en lo deportivo y muy contentos por Manu, sus entrenadores y su club.

Me dejo para el final lo mejor, no tiene que ver con el deporte, son mi familia y amigos Predators, convivencia plena, esto no se puede explicar con palabras....gracias por ser como sois!!!

Gracias a Ivan por crear la prueba, un abrazo muy fuerte a los dos y gracias por el trato que nos habéis dados a pesar de estar en una situación de estress absoluto, gracias por todo. Nos vemos!!!

Gracias a los voluntarios, sois los mejores!!!
Felicidades a todos los participantes, unos valientes, gracias y disculpas a mi grupeta de bici inicial, ambiente buenísimo en todo momento, sin duda repetiremos, Trystronger!!!!!

Besos a todos
Dedicado a mi hija Maria que está en el camino de Santiago como una campeona y a mi Kala que la acaban de operar.