Esta carrera es todo un clásico en el panorama atletico popular sevillano, hoy he comprendido porque.
Se trata de una prueba con un ambiente excelente y que no está masificada, al tener un cupo de 500 corredores. El recorrido se disfruta muchisimo, corriendo gran parte del tiempo por el campo y con constantes subidas y bajadas, todo esto hace que los 15 kilometros pasen en un suspiro. La llegada se hace bien y no hay que esperar demasiado para recoger la bolsa de corredor, el contenido de la bolsa es abundante, camiseta tecnica, azulejo conmemorativo y abundate comida.
En lo personal muy contento simplemente por el mero hecho de asistir, el día previo estuve de fiesta y no las tenía todas conmigo, pero como uno es un fatiga pues me levante, me vestí y a correr. La carrera la he hecho acompañado de mi amigo Oscar, futuro maratoniano y quien sabe si Ironman, al ritmo que lleva nada se puede descartar.
Destacable ver las carreritas de los peques y sobretodo coincidir en las primeras cuestas con los pretorianos invidentes, sin palabras...
Proxima cita: La subida a las ermitas (Córdoba)