el pasado fin de semana se celebró el Eco Trail de París.
La prueba se trata de una carrera campo a traves y consta de diferentes distancias (17, 30, 50 y 80 kms), cada una con salidas desde puntos diferentes, especialmente bonita tiene que ser la de 50 kms que sale desde el Palacio de Versalles.Mi amigo Juan y yo nos inscribimos en la de 80 kms como no podía ser de otra manera.
El recorrido de la versión larga se puede dividir en 3 partes, los primeros 22 kms hasta el primer avituallamiento son totalmente llanos y se hacen corriendo en su totalidad, a partir de ahí comienza un largo tramo hasta el km 70 en el que sorprende el desnivel al que hay que enfrentarse, largas y empinadas subidas en las que ni te planteas correr, sus bajadas y sobre todo un segundo avituallamiento muy alejado solo con agua en el kilometro 45 que hace que la gestión de la bebida que uno transporta encima cobre vital importancia, especialmente si la prueba se desarrolla con calor y alta humedad, como fue el caso. En el km 55 de nuevo hay avituallamiento solido y ya en el 70 se entra en la ciudad desapareciendo el desnivel y los senderos. Curiosamente es dentro de la ciudad donde es mas facil perderse a pesar de la clara referencia de la meta, la Torre Eiffel, visible desde todos lados. Nosotros nos desviamos del recorrido un par de veces aunque por suerte por poco tiempo y distancia.
En cuanto a la dificultad tecnica de los senderos diría que es baja y que incluso corriendo de noche sin luna y solo con la luz del frontal no había que ir demasiado atento al terreno pues es bastante uniforme en todo el recorrido. Personalmente la recomiendo, está bien organizada, está llena de sitios superchulos, 80 kms es un buen reto y la meta en el primer piso de la torre Eiffel es muy motivante y espectacular.
Antes de relatar mi experiencia personal tengo que dar las gracias a Lourdes y Mario que nos acogieron de maravilla, cuidandonos como si fueramos profesionales a base de unas comidas esquisitas y ayudandonos en los desplazamientos y con la logistica durante toda nuestra estancia. El pequeño Marco es una monada y se portó superbien a pesar de que invadí su dormitorio, y que decir de Google y Nando, dos dalmatas preciosos que derrochan cariño canino a raudales. Mil gracias!!!
Con respecto a lo personal, me encontré muy bien practicamente durante toda la carrera, el momento mas difícil y donde mas sufrí no fue la parte final sino el tramo entre el 40 y el 45, me quedé sin agua y hacía mucho calor, creo que iba deshidratado y también pasé algo de hambre, notaba que me fallaban las fuerzas y se me hizo penoso alcanzar el punto de agua en el 45. Una vez allí bebí y pude comer con lo que me recuperé bien y de ahí hasta el final sin pasar muchos apuros.
Momento muy bonito al llegar encontrarnos con nuestras esposas, animando a tope. Ellas también pasaron un finde inolvidable saliendo un poco del día a día.
Ya una vez a pie de la torre y de haber recorrido todos los kilometros no todo estaba hecho ni mucho menos, para mi quedaba la segunda parte del reto, subir a 60 metros de altura por una escalera expuesta al aire libre, padezco de un fuerte vértigo y he de admitir que el día anterior al recoger los dorsales allí mismo y ver por donde había que subir me cagué vivo (eso sí, en silencio para no transmitir mal rollo) no me vi capaz, solo de mirar me mareaba y se me cortaba el cuerpo.
Durante la ascensión trepando los 360 escalones tuve que apretar los dientes y no pensarlo mucho, procuraba no mirar al suelo pero no lo podía evitar, a pesar de que ya no hacía calor rompí a sudar de forma exagerada y según comentarios posteriores de mi compi llevaba mas mala cara que los pollos de simago. La verdad que llegar arriba y cruzar la meta tras este pequeño calvario me dió mucha alegria, esta vez había batido a la distancia y a mi miedo a las alturas. Cagueta que es uno...
Ya por último y lo mas destacable de la jornada fue comprobar una vez mas la capacidad de algunos para conseguir superar grandes dificultades, mi compañero Juan logró cruzar la meta a pesar de que desde el kilometro 24 iba sufriendo fuertes calambres en los gemelos y apenas podía andar con normalidad. En aquel momento y viendo como iba pensaba que si llegaba al 45 sería ya toda una hazaña, no fue solo eso sino que logró hacer los 80 kilometros, no se lo deseo a nadie, 55 kms acalambrado y con dolor, de las cosas mas meritorias que he visto nunca, un autentico finisher pues cualquier otro se habría retirado en esas circunstancias, para quitarse el sombrero.
Bueno, ya sabéis, si quereis un trail chulo combinado con turismo esta es una gran opción.
1 comentario:
enhorabuena manuel,gran cronica ,me pareció estar allí por un momento,tiene que ser guapisimo.lo de tu colega juan de chapeau nunca mejor dicho,hago extensivas mis felicitaciones a ambos.pensando ya en peñalar,tenemos que quedar un dia para hacer algun entreno montañero con migue y cia.un abrazo crack
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