
como todas las Navidades paso unos días en la Sierra de Segura (Jaén), todo un paraíso natural. Siempre aprovecho para intentar desconectar y para hacer deporte en un lugar bonito, a cierta altura y con muchos desniveles. Pensando en algo diferente que hacer me propuse subir al Yelmo, pico emblemático de la Sierra y a una altura de 1810 metros. Busque rutas y encontré una que parecía posible, saliendo desde El Ojuelo y hasta el pico ganando 1000 metros de altura en 13 kms. Ya allí en la sierra se lo comenté a mi cuñado Jesús, montañero espiritual que se mantiene muy en forma y q rápidamente se enganchó al reto. Necesitábamos algo de ayuda logística y ahí entró mi concuñado Sergio, que sin dudarlo y a pesar del madrugón se ofreció a ayudarnos con el transporte al punto de inicio y recogida en el pico, gracias Sergio!!!. Lo dicho, mientras todos dormían los 3 nos despertamos muy temprano y tras un ligero desayuno nos dirigimos todavía de noche a el Ojuelo. La música étnica que nos pinchó Sergio nos ayudo a relajarnos y le dió un toque mas místico si cabe a la jornada. Una vez llegados al punto de inicio comenzamos los preparativos acompañados de los clásicos comentarios jocosos-nerviosos sobre la empresa que teníamos por delante. A destacar el "Frío de Pelotas" que hace en esa aldea a esa hora en esa época del año, aquí mi cuñao por muy espiritual que sea no es tonto, y va de ropa técnica hasta las trancas, yo bastante cutrecillo a su lado montañeroexperimentado versus runnercatetourbano. Tras las fotitos y despedida de Sergio empezamos la subida. Todo el recorrido es en constante subida, los primeros kilómetros y la dureza hace que vayamos separandonos cada uno a su ritmo, se pasa por otra pequeña y bonita localidad, El Robledo, al final del pueblo un camping y a partir de ahí nos adentramos en el bosque de pinos. Sobre el km 7 y ya petadito aprovecho una fuente para beber un poco y hacer mis necesidades con la duda de si bajo cero aquello funciona o no, por suerte si que va. Justo ahí me pasan un par de todoterrenos con jaulita trasera hasta arriba de perros mirándome con cara de que me van a comer en cuanto salgan, soy bastante aprensivo con los canes así que como que prefiero no volver a verlos y que tomen algún camino diferente al mío. 500 metros mas adelante el coche parado, la jaulita abierta y los perros fuera ladrando como locos, de los momentos mas sufridos de la ascensión, pasé por el lado rezando para que no me confundieran con un conejo o similar.
Sin duda un día inolvidable y una gran manera de despedir el año.
Saludos a todos y a seguir
2 comentarios:
Eso si que es acabar bien el año y menudo año que te ha salido, este sera mejor, un saludo y gracias por tu apoyo.
Así se acaba el año!! Jejeje... Qué envidia!
Nada, colega, este año nos veremos en más de una!!
Un abrazo!
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