14 abril 2015

Maraton de Sables 2015


Inolvidable Sables,
una parte de mi se queda para siempre en el Desierto. Ahora queda transmitir todo lo que hemos aprendido a los demás, intentar que todo sea mejor, que nuestros hijos sean felices y que crezcan y se eduquen en base a los valores que el deporte representa y que en este tipo de experiencias se hacen aún mas evidentes.

Estos días todos me felicitáis por un puesto en la clasificación, yo os lo agradezco pero los que hemos estado allí sabemos que eso es lo de menos, allí todos, independientemente del puesto en el queden, salen al límite, todos son vencedores, incluso los que no llegan a Meta. Estar en la salida de sables ya es una Victoria.

Sables no es solo una carrera, es mucho mas, cuando te visita al campamento un chaval de apenas 15 años que ya ha superado dos veces un cáncer y que su máxima ilusión es estar en esas jaimas, cuando tienes el privilegio de compartir los últimos metros de la carrera mas dura del mundo con un chico ciego que corre junto a un humilde guía, leyenda de la prueba con mas de 10 victorias en su haber y te permites el lujo de dejarlos pasar, gritarles que ya lo tienen y ver como zancada a zancada aumentan la velocidad sabiendo que lo han logrado, cuando ves como día a día un grupo de bomberos realizan la gesta de transportar en un carro a través del Desierto a chicos con alguna discapacidad obteniendo como premio la feliz mirada de esos niños, cuando en la etapa nonstop al día siguiente de empezar tras 36 horas de etapa todo el campamento sale a recibir en meta a los últimos en llegar como auténticos vencedores de la etapa, es en todos esos momentos cuando realmente entiendes que Sables va mas allá de una competición deportiva, que eso realmente es lo de menos. Siempre me dicen que es una prueba cara, yo en cambio pienso que son euros muy bien invertidos, aprender no tiene precio.

Gracias a mis compañeros de Jaima y expedición, he aprendido mucho de vosotros, admiración total, personalmente tengo especial preferencia por los humildes, los que no hacen ruido, he tenido la suerte de dormir cerca de alguno de estos, valientes de corazón, elegancia en la arena, ojala el mundo estuviera liderado por estas personas y no otras, estoy convencido de que todo marcharía mucho mejor.

Me ha encantado combatir con el Desierto, desde el principio me lo tomé como una pelea personal contra la arena, por suerte cambie el chip rápido e hice de la arena mi aliada, cuanto mas difícil mas disfrutaba, admito que he echado de menos el terrorífico paso del Chebi, podría decir que nuestra cuenta sigue pendiente. He salido a muerte en cada etapa, corriendo con cabeza y llegando a cada Meta vacío y Feliz de saber que lo había dado todo, he bailado en cada Meta, era la mejor manera de devolver todas las energía y dar las gracias a los que apoyaban desde casa pegados a la webcam y siguiendo la carrera checkpoint a checkpoint.

La etapa nonstop ha sido la mas larga de la Historia de Sables, se podría decir que puede ser lo mas duro a lo que se puede enfrentar un corredor de fondo, paradójicamente de todas mis etapas como deportista ha sido el día de mi vida que mas he disfrutado, los últimos 17 kilómetros cuando ya no me quedaban fuerzas los corrí sin parar como un loco, como si el mundo se acabara, como si fuera mi último día, fue algo mágico, la soledad de la noche desértica cubierto por miles de estrellas y con las lejanas luces de las balizas como única guía, sin ningún corredor cerca, cantando sin que nadie me oyese, las piernas iban sola y mi mente estaba en otra parte, mientras avanzaba me imaginaba a mi Padre corriendo a mi lado, si os soy sincero, me hubiera quedado allí toda la vida, corriendo y corriendo sin parar, sin importar la distancia ni el terreno, solos mi Padre y yo charlando tranquilamente sobre cualquier cosa.

Me pregunta cómo es posible que haya vuelto a Sables y yo me pregunto qué hacer para no volver.

Por último daros las gracias por todos los ánimos previos y durante la prueba, por todas las felicitaciones y especialmente por ser mi inspiración diaria. Espero que hayais disfrutado con la Aventura y que el mensaje perdure.

Jaima 15, Jaima 82, expediciones 2014 y 2015, por siempre en mi corazón.

Dedicado a mi Padre, Madre, Hermanos, Amigos, María y especialmente a mis tres pequeños.

 Manuel Olmo.